Vuelve el desierto a vivir
en estas yermas
planicies.
La belleza es tan
vasta,
inmensa,
solitaria, silenciosa,
pequeña como la
grandeza
humilde de un
grano de arena.
Rolando Gabrielli2025
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
Vuelve el desierto a vivir
en estas yermas
planicies.
La belleza es tan
vasta,
inmensa,
solitaria, silenciosa,
pequeña como la
grandeza
humilde de un
grano de arena.
Rolando Gabrielli2025
El poema no tiene prisa,
entra a una sala de cine,
se sienta en primera fila,
no se preocupa quien está sentado
a su lado, es uno igual que él,
está para hacer lo mismo,
aparentemente.
Es un filme del Oeste,
el poema entra en acción,
la escena es de tenso silencio,
se enfrentarán dos,
por las mismas cosas de siempre,
el poder, el dinero, el ego, la posesión
del lugar, de la vida del otro.
El poema a sabiendas que también
se juega el honor,
aprieta el gatillo primero que nadie,
se hace silencio en el silencio
de la sala y en el lugar de la ficción,
un hilo de sangre recorre el telón,
la sangre es tibia.
El poema sale silbando,
su dominio de la escena es total.
Rolando Gabrielli2025
Al caer
la tarde el espejo es el mar
Y todo
alrededor su horizonte,
Inmóvil,
inasible.
Sin pensar
en nada, ociosos,
Convocados a
ver morir en la orilla
Las pequeñas
olas en su vieja rutina,
pasan inadvertidoslos bañistas frente al mar
y nosotros compartimos ese tiempo,
que consumimos sin ningún pensamiento especial,
que no sea el mar y sus olas en un mismo lugar.
Algunas aves cruzan ordenadas,
sobre un cielo despejado como un cristal.
Sin nostalgias, caminan mis pies
por la suave arena donde alguna vez,
en otro tiempo y lugar,
construí castillos,
sin príncipes y reinas.
Rolando Gabrielli2025
As evening falls, the mirror is the sea
And all around it, its horizon,
Still, untouchable.
Thoughtless, idle,
We’re drawn to watch the shore
Where small waves, in their old routine,
Die unnoticed.
The bathers, facing the sea,
Go unseen —
And we share that time,
Spent with no particular thought
Other than the sea,
And its waves in the same place.
A few birds cross in order,
Across a sky as clear as glass.
Without nostalgia, my feet wander
Through the soft sand where, once,
In another time and place,
I built castles —
Without princes or queens.
Robert Redford
A Robert Redford, nuestra generación debiera
recordarlo como un tipo excepcional, al artista y a la persona. No siempre coinciden ambas
cualidades. Curiosamente su nombre artístico era el mismo de su vida real,
Charles Robert Redford, un tipo realmente auténtico. La naturalidad en cada una
de sus actuaciones, es uno de los aspectos que más nos impresionaba, quizás a
quienes seguíamos sus extraordinaria actuaciones y carrera. Él se describía
como un chico común y corriente con cabello rubio, californiano, del pueblo,
agregaría, que llegó al cine por casualidad y a pesar de su fama nunca obtuvo
un Oscar por sus actuaciones. El tío Oscar lo obtendría por esos
reconocimientos que se crean como un mea culpa, una especie de mención honrosa
y déjenme decirles, que he experimentado ese galardón, no el Óscar, más de una vez en el género inocente de la poesía.
Redford no necesitaba premios, él con sus actuaciones,
su forma sencilla de transmitir una experiencia cotidiana o de gran vuelo en la pantalla, nos premiaba. Se
ha ido no solo un gran actor, singular artista, sino un ciudadano defensor de
la naturaleza, el medio ambiente, un ecologista, un ciudadano defensor de los
derechos civiles. Meryl Streep, no lo pudo decir mejor, ha muerto un león.
Protagonizó célebres películas con grandes actores y actrices, icónicos todos, Paul Newman, (Butch Cassidy and the Sundance Kid, El golpe) Marlon Brandon, (La jauría humana), Jane Fonda, (Descalzos en el parque) Meryl Streep (África mía), Tres días del cóndor con Fane Dunaway, Todos los hombres del presidente con Dustin Hoffman y tantas otras.
Fundó 1981 el Instituto Sundance e inauguró el
Festival de Cine Sundance en 1985, un verdadero referente internacional de las
producciones independientes. El Festival lo despidió con estas palabras en X: :
“La visión de Bob de crear un espacio y una plataforma para voces
independientes dio inicio a un movimiento que, más de cuatro décadas después,
ha inspirado a generaciones de artistas y redefinido el cine en Estados Unidos
y en todo el mundo”.
Redford es autor de una historia propia, envidiable en Hollywood, donde fue leyenda. Como era de prever, su deceso en Utah, ha llenado las páginas de los más importantes periódicos del mundo y notas en las televisoras y medios de Estados Unidos e internacionales. Redford se fue en el sueño, ya había cumplido quizás todos sus sueños. Esta nota, sencilla, es un guiño, un tips, para quienes aún no lo conocen y se animen a ver sus extraordinarias actuaciones en sus películas. Quienes lo conocieron, han dicho, que no era diferente en su vida cotidiana, a sus actuaciones en la pantalla. La profunda sencillez de un hombre sencillo. Ahí es cuando surge la verdadera grandeza de un hombre comprometido con la vida.
Rolando Gabrielli 2025
Our generation ought to remember Robert Redford as an exceptional man — both the artist and the person.
Two qualities that, surprisingly, do not always go hand in hand.
Curiously, his stage name was the same as his real one: Charles Robert Redford — a truly authentic man.
There was a natural ease in every performance of his, something that deeply impressed those of us who followed his extraordinary career.
He used to describe himself as just an ordinary blond-haired kid from California — a small-town boy, I’d add — who ended up in film almost by accident.
And though he gained worldwide fame, he never received an Oscar for his acting. That recognition came later, in the form of an honorary award — one of those symbolic gestures the Academy gives as a kind of mea culpa, a mention of honor.
Let me tell you: I, too, have known what it means to receive that kind of recognition — not the Oscar, of course — but in the innocent realm of poetry.
But Redford didn’t need awards.
With each performance, with the quiet, honest way he conveyed the everyday or the transcendent on screen, he gave the prize to us.
Now he’s gone — and with him, not just a legendary actor, but a man who was also a citizen, an environmentalist, and a passionate defender of civil rights.
As Meryl Streep so perfectly put it: “A lion has died.”
He starred in unforgettable films alongside icons of cinema:
Paul Newman (Butch Cassidy and the Sundance Kid, The Sting),
Marlon Brando (The Chase),
Jane Fonda (Barefoot in the Park),
Meryl Streep (Out of Africa),
Faye Dunaway (Three Days of the Condor),
Dustin Hoffman (All the President’s Men),
among many others.
In 1981, Redford founded the Sundance Institute, and in 1985, he launched the Sundance Film Festival, now a vital force in independent cinema.
The Festival itself paid tribute with these words on X:
“Bob’s vision of creating a space and platform for independent voices ignited a movement that, more than four decades later, has inspired generations of artists and redefined cinema in the U.S. and around the world.”
Robert Redford wrote his own story — and it’s one that even Hollywood might envy.
His passing in Utah has filled headlines around the world, and the tributes from international media reflect the size of his legacy.
He passed peacefully in his sleep, perhaps having fulfilled all his dreams.
This note is just a quiet gesture, a small tip of the hat — for those who don’t yet know him, in hopes that they’ll be inspired to discover his films and his work.
Those who did know him said he was no different in real life than on screen.
The deep simplicity of a simple man —
and that is where the true greatness of a life committed to something larger than oneself begins.
La intolerancia es
una palabra
abiertamente intolerante,
no escucha, se
opone a todo,
obstruye cualquier
posibilidad
de diálogo, de
preguntarse
siquiera que existe
el otro,
es jinete de su
propio vértigo,
fanatismo, fuego
fatuo
de las andanzas de
un verbo
vulgarmente
estúpido,
sin sentido,
que la moda exhibe
por aclamación
en una pasarela,
como un ridículo
y odioso trofeo
de nuestro tiempo.
Rolando Gabrielli2025
Las piedras
del Muro
nos hablan.
Están manchadas
de sangre
sus manos,
nos dicen,
se lamentan.
Rolando Gabrielli2025
Un garabato traza
la realidad
abismal en sus
abismos,
Valparaíso, sus
cerros sin sentido,
van
ascendiendo al cielo.
El puerto es el
ruidoso mar,
sin capitán, en
naufragio permanente
sus muertos, hijos
del disparate urbano,
viajan en la
melancolía metafísica
de sus ascensores,
desafían
su propia
existencia
de sueños
incumplidos
y aún así
respiran.
Rolando Gabrielli2025
Nunca el futuro fue tan deseado y temido como ahora, porque vivimos un presente inquietante que pareciera no tener futuro. El presente es tan efímero, que no alcanza a vislumbrar, confiar, aproximarse al futuro, sin dejar de temerlo, porque es tal la aceleración de los acontecimientos nuevos, que se confunde con un presente perpetuo. El tiempo no nos está jugando una mala pasada, somos nosotros quienes nos estamos alejando de la realidad.
Rolando Gabrielli2025
Never before has the future been so deeply
longed for—yet so profoundly feared.
We inhabit a restless present, one that seems to have
severed all ties with what lies ahead.
Time slips by so swiftly that the present can neither
envision nor trust the future—it can barely reach for it without recoiling in
dread.
Such is the velocity of unfolding events that the future dissolves into an endless now.
It is not time that deceives us—
it is we who are abandoning reality.
El arte puede
llegar a sorprenderse
así mismo sin
dejar de ser lo que es,
una representación
fantástica
de la realidad que
crea e imagina.
En este cristo
crucificado y resucitado
del olvido,
por obra y magia, de los siglos,
el barroco renace
de las manos de Rubens
y una nueva
subasta prepara
la oferta y la
demanda
a la medida del
mercado.
Rolando Gabrielli2025
El 11 de
septiembre no es memoria,
ni tiempo oculto
en la historia,
pero sucedió como
el río
que lleva su curso
y no son palabras,
es la primavera
que vino con la muerte.
Así eran los
sueños fugaces detrás de las sombras,
los muertos de
Chile caminaron con sus muertos
por la geografía
de la patria ensangrentada,
traidores repetían
las voces.
Azul el mar,
blanca la cordillera, rojo el copihue,
los colores de
Chile, su largo territorio
teñido de sangre
en esos violentos,
oscuros días
oscuros,
que no tienen
olvido.
Rolando Gabrielli2025
Poesía,
por ti respiro,
en las palabras
nombro las cosas.
Hay vida,
después del gusano.
Rolando Gabrielli2025
Poetry
Vuelve Banksy a
las calles de Londres a pintar la realidad del momento en el reino de la Gran
Bretaña. Como es su costumbre, una enigmática tradición de su anonimato, el
grafitero selecciona un lugar, un muro, para
hacer pública su denuncia sobre un hecho notable ocurrido en el mundo. Esta
vez, un juez ataviado con su emblemática y distintiva toga y peluca, golpea con
su mazo a un manifestante del grupo Palestine Action, prohibido por el
gobierno, que se protege con una pancarta ensangrentada. La escena ocurre en un
muro de la sede de los Reales Tribunales de Justicia de Londres.
Banksy nunca
explicita sus contenidos, su trazo sugiere, pero siempre es implacable con
alguna injusticia que se comete en el mundo. La pintura es una cruda metáfora a
los recientes acontecimientos ocurridos en el Reino Unido “por la represión de
las protestas en apoyo a Palestine
Action, acto que ha dejado un saldo de 900 detenidos”.
El arte de Banksy es profundo, retrato de un acontecimiento histórico.
Rolando Gabrielli2025
Banksy Returns to the Streets of
London to Paint the Current Reality in the United Kingdom
As is his custom—an enigmatic
tradition rooted in his anonymity—the graffiti artist selects a location, a
wall, to make a public statement denouncing a notable event that has occurred
in the world.
This time, a judge, adorned in his
iconic robe and wig, strikes a protester from the banned group Palestine Action
with his gavel. The protester shields himself with a bloodstained banner. The
scene unfolds on a wall at the Royal Courts of Justice in London.
Banksy never explicitly explains his
work. His brushstrokes suggest rather than state, yet they are always
relentless in exposing some injustice being committed in the world. This
painting is a stark metaphor for the recent events in the United Kingdom
involving the repression of protests in support of Palestine Action—an
operation that has resulted in 900 arrests.
Banksy’s art runs deep: a portrait
of a historic moment.
El silencio
no busca
una puerta.
Permanece atemporal.
Rolando Gabrielli2026
The silence
does not seek
a door.
It remains timeless.
El silencio
solo se escucha,
con sabiduría.
2
El verdadero silencio,
no se escucha.
3
El silencio
deja mudo
al más locuaz.
Rolando Gabrielli2025
The Art of Silence
Dos mil
veinte y tantos,
han pasado
más de veinte siglos,
(no estoy
mirando hacia atrás,
ni tomando el
tiempo al tiempo
pasado),
sin saber
como,
simplemente
tomo nota
del tiempo
transcurrido,
me pregunto
dónde estábamos
cuando todo
comenzó,
a transformar
nuestras vidas
y la muerte
estableció
su propio
escenario
y se lleva a
tantos,
como una luz
oscura
que nadie
hace nada
por detener
y solo ve crecer
ante el estupor de sus ojos.
2
El futuro, en
cambio,
es un tiempo
desconocido,
siempre
nuevo, un enigma
hasta cierto
punto, por pasar,
un privilegio
para algunos,
una sentencia
para otros.
3
Este es
nuestro presente,
de horror,
espanto y esperanza,
con sus
pequeñas cosas, desafíos,
lo respiramos
hoy
y lo narra la
poesía
con su propia
voz.
4
Imaginemos,
estamos
atravesando un puente,
suspendidos
en nuestras dudas,
bajo nuestros
propios pies y sentidos,
es aquí,
ahora, nada más,
casi todo
está en nuestras manos,
lo que de
alguna manera estamos viviendo,
es un simple
vuelo de pájaro en el peso de sus alas,
un recorrido
más o menos conocido,
al alcance
del día, de lo que duran
sus 24 horas
formales en dar vuelta
las
manecillas de cualquier reloj
en cualquier
parte del mundo,
una
convención que hemos aceptado,
un ciclo, una
rutina, si se quiere,
una cierta
urgencia,
un tiempo
exacto que exige
algunas
sucesivas respuestas,
que funcionan
o se agotan en sí mismas.
5
Para el día
siguiente viene
un tiempo
nuevo
y queda todo
a la deriva,
porque nada
es como la punta del hilo
de una madeja
que por fin encontramos,
el origen
quizás,
porque el
principio
no tiene fin.
Algunos pasarán
a una noche eterna,
otros los recordarán.
6
El futuro
pareciera más que desconocido,
una
narrativa entre la ficción,
el suspenso,
la incertidumbre de lo probable,
una
posibilidad, aunque este presente,
es ya
verdaderamente incierto,
como abismos
rotos.
7
Cada día con
su propio afán,
plagio a la
Biblia y no estoy
tan alejado
de la realidad,
unos
pajarillos picotean
sobre el trasluz
de la ventana,
unas cuantas
semillas
antes de
volar.
Son libres,
como debiéramos ser todos
y no vivir
bajo la oscuridad.
8
Sin presente,
no hay futuro
y diría, ni
pasado.
Todo pareciera
devorarlo
el hoy para
millones
que mañana serán
historia,
sepultados en
silencio.
El mundo se oscurece
un poco más cada
día.
Rolando Gabrielli2025
Two Thousand and Twenty-Something
2
3
4
5
6
7
8
Un poema es la
construcción de algo nuevo, la voz oculta que asoma a la superficie, son
palabras, es cierto, pero únicas, que recrean un universo propio. El poema
es una aventura en sí mismo, su construcción sobre la hoja en blanco o el
ordenador y lo que lo hace especial, es el viaje interior de sus palabras hasta
alcanzar su forma y contenido final. Existe una suerte de complicidad en la
búsqueda del tono, la intención, lo que se quiere decir y como va respondiendo
en ese ejercicio el poema. Es, en buenas cuentas, una experiencia
reveladora, intransferible, que corresponde a ese acto íntimo, personal, tan
subjetivo como es la construcción de un poema. Cada poema tiene su propio
rostro, la misión del oficio es encontrarlo y traducirlo en palabras. Finalmente,
será el lector, anónimo, quien interpretará bajo sus propios parámetros el
poema. Ninguna experiencia es igual, parte del encanto de leer un poema,
aproximarse a lo que quiso decir el poeta y traducir para sí sus palabras. Toda
lectura es un acto personal, es única e intransferible como el poema. El tiempo
es el principal crítico, evalúa desde su perspectiva si ese poema sigue vigente
porque estuvo cargado de atemporalidad.
El poema se
defiende solo ante la soledad del lector, quien lo reconstruye y analiza
literalmente hablando. Hay textos que hablan desde una situación, experiencia,
acontecimiento, de manera objetiva, clara, como un flash, un
relámpago, que no requiere o más bien tiene una interpretación a ojos vista.
Eso no es bueno, ni malo, solo una posibilidad. Hay poesía más compleja, los
poetas se han encargado de tocar todos los ismos, desgranar la mazorca de la
poesía de múltiples formas para todo tipo de gustos y lectores. La palabra en
el buen sentido de la palabra, suele ser esencialmente camaleónica para fortuna
de los lectores.
La poesía ha
atravesado todos los ismos y permanecido en el tiempo, cualquier época y siglo.
El hombre está hecho de palabras, es un lenguaje vivo lleno de significantes.
Hoy, como ayer, se expresa frente al horror y el espanto.
Los poemas en este Blog, son de libre lectura, porque en eso consiste el placer de la poesía, en tocar todos los sentidos del lector, que seguramente tendrá su propia versión. Leer poesía en estos tiempos puede ser la mayor osadía del hombre contemporáneo, un verdadero acto de audacia, un gesto con la humanidad verdaderamente humana. La poesía es un plus en la vida cotidiana, observar las cosas, el mundo que nos rodea, a las personas, de otra manera a la tradicional apática, lineal, manera de ver el mundo. La poesía cuenta con su propio lenguaje, herramientas para interpretar el mundo, su visión es única, muchas veces universal, imperecedera. Por alguna razón, seguimos leyendo a los clásicos de todos los tiempos, su palabra sigue viva en cualquier idioma. Es una suerte para el espíritu humano contar con una visión poética. Es muy cierto, la poesía está en todas partes, es cuestión de sacarla a la superficie y convertirla en nuestro cotidiano mantra. Rolando Gabrielli2025
A poem is the construction of something new, the hidden voice that rises to the surface. Yes, it is made of words—but unique words that recreate a universe of their own. A poem is an adventure in itself, its creation on a blank page or on a computer, and what makes it special is the internal journey of its words until they reach their final shape and meaning.
There is a kind of complicity in the search for tone, intention, for what one wants to say, and how the poem responds throughout that process. It is, ultimately, a revealing, untransferable experience—an intimate, personal act, as subjective as the very act of creating a poem.
Each poem has its own face. The poet’s task is to find it and translate it into words. In the end, it will be the anonymous reader who interprets the poem through their own lens. No two experiences are alike—that is part of the charm of reading poetry: approaching what the poet meant and translating their words for oneself. Every reading is a personal act, unique and unrepeatable, just like the poem. Time is the ultimate critic; it judges from its own perspective whether a poem remains relevant, precisely because it carries a sense of timelessness.
A poem defends itself in the solitude of the reader, who reconstructs and analyzes it, literally speaking. Some texts speak from a situation, experience, or event, in a clear, objective way—like a flash, a lightning bolt—that needs no interpretation, or rather, its meaning is self-evident. This is neither good nor bad, just one possibility.
There is more complex poetry. Poets have explored all the “isms,” unraveling the cob of poetry in countless ways to suit all kinds of tastes and readers. Words, in the best sense of the word, tend to be essentially chameleonic—to the reader’s delight.
Poetry has passed through every “ism” and endured through time, across all ages and centuries. Man is made of words, a living language full of meaning. Today, just as in the past, he expresses himself in the face of horror and dread.
The poems in this blog are freely available for reading, because that is the true pleasure of poetry: to touch all the reader’s senses, who will undoubtedly come up with their own interpretation. Reading poetry in today’s world may be the boldest act of the contemporary human being—a true act of courage, a gesture that is deeply, genuinely human.
Poetry is a bonus in everyday life: it allows us to see things, the world around us, people, in a way that is different from the traditional, apathetic, linear way of seeing the world. Poetry has its own language, its own tools to interpret the world. Its vision is unique—often universal and timeless.
There is a reason we still read the classics of all times—their words remain alive in every language. It is a gift to the human spirit to have access to a poetic vision. And it is true: poetry is everywhere. It is simply a matter of bringing it to the surface and turning it into our everyday mantra.